Samsung
presentó este domingo en Barcelona la nueva generación de sus teléfonos
estrella, Galaxy S7 y S7 Edge, que llegarán con resistencia al agua,
mayor potencia y una cámara más rápida.
Pero
el S7 ha contado con un competidor en su día grande: el consejero
delegado de Facebook, Mark Zuckerberg, subió al escenario de Samsung
para hacer una enérgica defensa de la realidad virtual.
“Va a
ser la plataforma más social”, “tiene el potencial de cambiar nuestras
vidas”, “va a ser el próximo gran contenido”, dijo, para alabar a
continuación los esfuerzos de la tecnológica coreana para llevar esta
tecnología al ámbito móvil con el casco Gear VR.
Samsung
aprovechó la jornada previa al arranque del Mobile World Congress (MWC)
para enseñar Gear 360, una pequeña cámara circular para tomar fotos y
grabar vídeos de 360 grados.
La curva
sigue siendo bella para Samsung, que ha desterrado de sus nuevos
teléfonos cualquier angulosidad y ha optado por el formato esférico para
su cámara Gear 360.
El
terminal insignia de la coreana, con permiso de su hermano Galaxy Note,
vuelve a desdoblarse en dos versiones: el S7, con pantalla de 5.1
pulgadas y estructura convencional, y el S7 Edge, de 5.5 pulgadas y con
bordes de pantalla curvados e interactivos.
Su
cámara trasera, de 12 megapíxeles y apertura de f/1.7, trabaja con la
tecnología “dual pixel” que, según Samsung, permite usar los fotodiodos
de todos los píxeles para enfocar, lo que se traduce en un enfoque
cuatro veces más rápido.
Graba
vídeos en 4k y capta mejor la luz, sostiene la compañía, mientras que
la cámara frontal tiene 5 megapíxeles y la misma apertura que la
trasera.
Según
Samsung, el procesador Exynos 8890 es un 30% más potente que su
predecesor y la capacidad gráfica tiene un rendimiento un 64% mayor.
La
tecnológica quiere que se use el S7 como una “máquina de juego” y para
ello incorpora un sistema de enfriamiento mediante canales de agua y
opciones para ahorrar energía durante las partidas: como desactivar
notificaciones o reducir la resolución de los juegos de 60 a 30 cuadros
por segundo.
Además, el usuario podrá grabar la partida y a sí mismo mientras juega, para luego compartir el video.
Otra de las novedades de los nuevos terminales es que tienen un modo de “pantalla siempre encendida” con el que se muestra información -hora o fecha- o dibujos sin consumir apenas energía.
Otra de las novedades de los nuevos terminales es que tienen un modo de “pantalla siempre encendida” con el que se muestra información -hora o fecha- o dibujos sin consumir apenas energía.
Los
nuevos teléfonos son resistentes al agua y al polvo: pueden estar
sumergidos durante 30 minutos a una profundidad máxima de 1.5 metros.
Más
allá del tamaño de las pantallas y sus bordes curvados, las diferencias
entre S7 y S7 Edge se limitan a la batería: 3,000 y 3,600 miliamperios
por hora, respectivamente.
En
esta ocasión, la funcionalidad del borde curvo del Edge se ha rediseñado
para que al deslizar el dedo por él se desplieguen dos columnas de
información: con acceso directo a aplicaciones, contactos o tareas.
Samsung comercializará los
terminales en los colores blanco, dorado y negro a partir del 11 de
marzo, aunque por el momento no ha detallado sus precios.
La
tecnológica también ha presentado este domingo en Barcelona la cámara
Gear 360, que capta imágenes estáticas y vídeos de 360 grados,
concebidos para su consumo con dispositivos de realidad virtual.
Gear
360 es una pequeña esfera blanca asida a un trípode que tiene dos
lentes de 15 megapíxeles capaces de grabar -en 4k- y fotografiar
imágenes de hasta 180 grados. Una vez capturadas, se combinan para dar
la imagen final de 360 grados.
Por
el momento, es compatible con los teléfonos Galaxy S7 -que pueden
actuar como control remoto- y las gafas Gear VR, aunque Samsung planea
ampliar la compatibilidad a la generación Galaxy S6.




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